La presencia de algas y moho, aunque en pequeñas cantidades no constituye un peligro, colorea el agua, haciéndole perder sus condiciones estéticas. Pero si no se inhibe su crecimiento, y se las elimina de manera definitiva, entonces sí se torna un problema para la salud.
Se ha demostrado que la eliminación de las algas y el moho, insume una cantidad mayor de productos que la prevención de su desarrollo.
Los alguicidas desarrollados por Denward inhibe el desarrollo de algas y moho; colaborando junto con el cloro en la tarea de desinfección, prolongando sus efectos en el tiempo.