Desinfecta el circuito hidráulico; elimina algas y moho en aquellos lugares de difícil acceso: filtro y cañerías. Evitando que se contamine el agua limpia del primer “llenado”. Además, optimiza notablemente la eficacia de los productos de conservación y mantenimiento, ya que estos al no tener que actuar en el filtro, llegarán intactos a la pileta.